
En una semana en la que las tecnológicas americanas han vuelto a brillar, Tesla ha subido un 10% recuperándose así parcialmente de la fuerte caída de la semana anterior. Otras compañías tecnológicas como Nvidia, cuyas cuentas gustaron al mercado, también han visto dispararse al alza su cotización tal y como muestra el gráfico adjunto.
No se puede decir lo mismo, lamentablemente, de las tecnológicas chinas, y en particular de Alibaba, que ha sufrido un recorte superior al 15% en su cotización la semana pasada, tras presentar unas cuentas del tercer trimestre y unas previsiones para el cuarto que no gustaron nada a los inversores.
Hace poco más de un año, en octubre de 2020, Alibaba disfrutaba del favor de los inversores y marcaba sus máximos históricos por encima de 300 dólares por acción. Una desafortunada intervención de su presidente y máximo accionista, Jack Ma, en el Bund Financial Summit de Shanghai a principios de noviembre fue el inicio de un calvario para la compañía, que no pudo sacar a Bolsa la filial de servicios financieros Ant Financial y que ha visto bajar su cotización de forma casi continua desde ese momento, como se ve en el gráfico que adjuntamos.
Aunque hay algunas informaciones que sugieren que Jack Ma estaría poco menos que bajo tutela y completo control de las autoridades chinas, en esta ocasión la caída de Alibaba no ha sido provocadla por la situación de Ma sino por el desplome de sus ingresos y beneficios en el tercer trimestre, que para Alibaba es el segundo trimestre fiscal.
En concreto sus ingresos han caído un 29% sobre el mismo periodo del año anterior y sus beneficios por acción un 38%. Asimismo, la compañía rebajó sus estimaciones de crecimiento para el resto del año. La desaceleración de la economía china, que ha pasado de crecer casi un 18% en el primer trimestre a crecer solo un 4,9% en el tercero, ha tenido que ver en esa caída de ingresos de Alibaba. Pero también ha jugado en su contra la nueva política del Gobierno chino frente a las grandes compañías tecnológicas, que le supuso el pasado abril recibir una multa de 2.800 millones de dólares en el contexto de una investigación anti monopolio.
Alibaba ha perdido ya más de la mitad de su valor desde que marcase su máximo histórico en 319 dólares por acción el 27 de octubre de 2020. Sus ratios no son malos (Per 20, retorno sobre el capital 16,5%) sobre todo si los comparamos con los de sus homónimas americanas (Amazon cotiza a más de 70 veces beneficios) pero es verdad que la desaceleración de China y las injerencias de su Gobierno en las empresas nos mueven a preguntarnos, igual que lo hacemos en el caso de otras tecnológicas chinas como Tencent, si estamos ante una gran oportunidad de compra o más bien ante una trampa que debemos evitar.
Apostaríamos por Alibaba a medio plazo, basándonos en su posicionamiento y en su modelo de gestión.
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